Hoy te traigo una entrada muy especial para mi, quiero compartir con vosotros mi entusiasmo por el éxito del casting y la acogida del programa Dog House en TVE. Te hablo desde el corazón porque este formato me ha emocionado desde el primer momento.
En primer lugar, quiero destacar lo emocionante que fue ver cómo se desarrolló el casting del programa. Como presentadora, Chenoa, aporta una naturalidad conmovedora y una complicidad auténtica con los adoptantes y los perros. Según la crítica y los espectadores, su intervención ha sido fundamental: “la naturalidad con la que Chenoa te presenta cualquier cosa” fue unánimemente aplaudida. Me llena de orgullo que TVE confiara en ella para dar vida a esta historia tan especial.
Además, el formato Dog House no es un producto aislado: ya cuenta con ocho versiones internacionales —en países como Reino Unido, Australia, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda…— lo cual habla muy bien de su calidad y apuesta emocional. Saber que España se suma a este fenómeno global refuerza mi sentimiento de que he sido testigo de algo grande desde el principio. Gracias a un programa bien pensado, las historias emergen con fuerza y conectan rápidamente con la audiencia.
En cada episodio, escuchamos historias que nos emocionan profundamente: desde una niña con autismo que necesita un perro de asistencia, a personas que han perdido a su compañero canino anterior o simplemente buscan romper la soledad. Estas narraciones, auténticas y conmovedoras, son el verdadero latido del programa y lo que lo hace imprescindible. TVE lo ha convertido en una apuesta con vocación de servicio público, sensibilizando respecto a la adopción responsable y mostrando el trabajo de los albergues desde la esperanza y el cariño.
Desde mi perspectiva personal como, ver la repercusión del programa en audiencia ha sido muy gratificante: Dog House ha logrado liderar su franja con cifras destacadas —por ejemplo, obtuvo más de 700 000 espectadores y cifras de cuota entre el 10 % y el 12 %—. La respuesta del público en redes fue igualmente cálida y repleta de agradecimientos por la ternura y el mensaje social del programa. No puedo evitar sentirme orgullosa de que formatos así lleguen tan hondo en el corazón colectivo.
Por último, me emociona pensar que este tipo de televisión pública, que visibiliza realidades tan importantes como la adopción canina, tiene un papel transformador. Se trata de historias de vida, de segundas oportunidades, narradas con sensibilidad y esperanza. Que Chenoa y el equipo de Dog House lo estén logrando es motivo de celebración, y como Pepa Álvaro, me sabe aún mejor poder contarlo aquí en mi rincón digital.
No quiero terminar este artículo sin dedicar unas palabras de agradecimiento al equipo de Boxfish, que confió en Inspiring People Casting para llevar a cabo este proyecto tan especial. Su apuesta por nuestro trabajo y su visión clara de lo que debía transmitir Dog House han sido claves para alcanzar este éxito.
Tampoco puedo olvidarme de mis compañeros de casting, producción, guion y dirección, que han hecho un auténtico trabajazo. Detrás de cada historia que emociona al público hay horas de esfuerzo, sensibilidad y compromiso. Ha sido un privilegio compartir este camino con profesionales tan talentosos y apasionados, que han puesto el corazón en cada detalle para que Dog House brillara de la forma en que lo está haciendo.
Espero que os haya emocionado tanto como a mí, y que sigamos difundiendo estas historias que hacen del mundo un lugar un poco más tierno y comprometido.